Siete leyendas populares palentinas, sobre algunos seres mitológicos que se pueden encontrar en la provincia.
1º La Anjana y las campanillas
2º La Anjana o la Bruja buena de Palencia.
3º La Anjana y el leñador.
4º El Gigante de Valle Estrecho.
5º La Serpiente marina del pozo Curavacas
6º La Serpiente marina del pozo Curavacas (2º leyenda).
7º Los Aliens de la catedral.
viernes, 19 de septiembre de 2014
miércoles, 17 de septiembre de 2014
Los Aliens de la Catedral de Palencia
Interesante y sorprendente artículo de Alfredo Trigueros Andrés en la Otra Palencia sobre los "aliens" que presiden la entrada de los Reyes en la catedral palentina.
Desde aquí queremos agradecer que haya acedido a que podamos compartir su artículo en este blog para asi poder dar mejor difusión a un nuevo misterio que se nos presenta en Castilla, y que nos hace ver que nuestra tierra aún guarda muchos lugares que conocer y que descubrir.
El artículo es el siguiente.
Todos conocemos el famoso astronauta de la catedral de Salamanca porque los salmantinos han sabido promocionar la cultura en su ciudad. Nosotros los palentinos poseemos riquezas culturales superiores a muchas provincias españolas, y que hasta ahora se han mantenido en el anonimato. Unámonos y promocionemos nuestra ciudad y nuestra riqueza cultural. Para lograr este fin, nosotros, "La otra Palencia", comenzamos a desvelar el primero de una serie de misterios que han permanecido ocultos, como es el que relatamos a continuación, el de LOS EXTRATERRESTRES PALENTINOS, de más de 500 años de antigüedad.
PEDIMOS LA COLABORACIÓN DE TODOS PARA PROMOCIONAR NUESTRA TIERRA TURÍSTICAMENTE.
Ahora sí, tras este breve comentario, desvelamos el primer misterio:
La puerta de los Reyes, o la puerta de San Juan, así es como se conoce la puerta de la catedral de Palencia que da acceso a la Plaza de Cervantes, siendo una de sus cuatro puertas principales. Sin embargo esta puerta es la única que se encuentra cerrada al público, su apertura se encuentra reservada exclusivamente a los reyes para que estos puedan acceder al interior de la catedral, o bien para dar paso procesional al santísimo sacramento. Posee un enrejado externo que ni siquiera permite a los visitantes colocarse bajo sus arquivoltas. De estilo plateresco, sus piedras se encuentran muy desgastadas, sobre todo en su parte inferior, donde apenas son reconocibles los detalles de su ornamentación original. Necesariamente debe haber algún motivo para que tan importante entrada al templo catedralicio se encuentre cerrada y no pueda ser atravesada por cualquier persona durante siglos, y protegido de esa manera mediante la reja externa. Ese motivo fue el que me llevó a investigar el secreto que esa puerta guardaba, y para ello comencé a fijarme en los propios motivos iconográficos grabados en las figuras de piedra que decoran sus arquivoltas, quizás allí se encontrara la explicación, y por fortuna , a diferencia de lo que ocurre en su parte inferior, el tiempo apenas ha conseguido desgastar los detalles de las representaciones que se encuentran en su parte superior, y allí fue justo donde encontré un relieve que llama la atención en cuanto se ve. Lo más sorprendente de todo es que se encuentra a la vista de cualquier persona, sin haber sido escondido ni mucho menos, tan sólo se encuentra lejano en la distancia, por lo que a simple vista, si no miramos con atención, lo más probable es que pase totalmente desapercibido. Está ubicado justo en lo más alto de la puerta de los Reyes, sirviendo de remate a su arquivolta superior, justo en su centro. Son dos figuras humanoides simétricas y contrapuestas, con cuerpo humano, pero cabeza y cola de serpiente, separadas entre sí por una flor, a la cual se encuentran entrelazadas por el extremo de su cola.
En un principio una persona que les contempla por primera vez, basándose en la representación tradicional que suele aparecer en este tipo de arquitectura, las podría relacionar directamente con una representación del diablo, lo cual en principio tendría sentido, pero que sin embargo queda descartado por completo si continuamos mirando los motivos que decoran esa entrada de la catedral, ya que justo más abajo, y a ambos lados de la puerta, ya sí que podemos reconocer claramente la representación del diablo en su forma tradicional. Descartada por lo tanto esta hipótesis, continué indagando para tratar de resolver esa misteriosa iconografía. Y en ese momento lo que tuve en cuenta es su ubicación, es la única representación que se encuentra en la parte central y en lo más alto, y bajo la cual únicamente está permitido que pasen los reyes, intuyéndose en ella una representación jerárquica de poder, entendiéndose que sobre los reyes e incluso sobre el Santísimo Sacramento, se encuentran estas figuras, y solamente ellos pueden pasar bajo ellas, privando al resto de ciudadanos de ese privilegio. Lo siguiente es analizar las figuras pormenorizadamente, su cuerpo es humano, pero su cabeza tiene forma de reptil, al igual que su cola, esto no hizo más que recordarme la famosa serie V de los años 80, en la que los invasores con forma de reptil venían a la tierra bajo falsa apariencia humana. En 1985 se estrenó la película “Zuma, el dios serpiente”, en la cual se relataba como al realizar unas excavaciones arqueológicas en una pirámide filipina, se despertaba a Zuma, caracterizado por ser medio hombre medio serpiente. La similitud de su aspecto en comparación con los grabados que aparecen en la catedral palentina es sorprendente.
Pero en ambos casos, esos relatos son ficción, y son 500 años posteriores a la época en la que se realizó la ornamentación de la puerta de los Reyes de la catedral palentina, por lo que esos motivos tenían que provenir de una historia muy anterior, y tener una base histórica muy contundente, al ser el único símbolo bajo el cual únicamente pueden estar ubicados los reyes, así que continué investigando, y esta vez, al igual que hice en los relatos referentes a los unicornios que se encuentran sobre la torre de la catedral y a los serpopardos de la puerta del Obispo, me fui directamente a buscar información miles de años atrás en el tiempo. Todo tendría lógica si esta vez también en esa época tan remota de nuestra historia se encontrara algo que aclarara el origen de las enigmáticas figuras que coronan la puerta de los Reyes. Y de nuevo nos tenemos que remontar a la zona de la antigua Mesopotamia, donde fueron encontradas una serie de estatuillas cerámicas de aspecto en principio sorprendente y muy similares a las representadas en la puerta de acceso de la Bella Desconocida. Su cabeza es alargada con evidentes rasgos de reptil, pero su cuerpo sin embargo es humano, incluso una de ellas mantiene un niño entre sus brazos mientras es amamantado, y cuya antigüedad es antiquísima, debemos retroceder 7.000 años atrás en el tiempo para ubicarnos en el momento en el que estas estatuillas fueron creadas. A continuación expongo imágenes de algunas de ellas, mencionando el lugar de su hallazgo y su datación: -Figura masculina encontrada al suroeste de la antigua ciudad de Ur (Iraq) y que se remonta al año 5.000 antes de Cristo. Se encuentra en el Museo de Bagdad:
- Figura de hombre lagarto encontrado en Al Ubaíd (Iraq). Ha sido datado en el periodo comprendido entre el 5900 y el 4000 antes de Cristo):
-Figura de mujer lagarto, encontrada de nuevo en la antigua ciudad de Ur, datada entre el 5000 y el 4000 antes de Cristo, que representa a una figura femenina amamantando a un niño:
-De nuevo figuras femenina con rasgos reptilianos, una de ellas amamantando a un bebé. Fue encontrada en la misma zona que las anteriores, su antigüedad está calculada entre el año 5500 antes de Cristo y 4000 antes de Cristo, y se encuentran en el Museo británico:
-Por último muestro otras dos estatuillas datadas entre el 5000 antes de Cristo y el 4000 antes de Cristo, y de la misma procedencia:
Resulta sorprendente la similitud de estas estatuillas con las que aparecen en la puerta de los Reyes, y de nuevo los motivos ornamentales de nuestra catedral coinciden con los que se representaban en una zona tan remota y distante en el tiempo de nuestra cultura. Ahora solo nos queda resolver el significado que tiene la flor que se encuentra entre esas dos figuras humanoides. Si nos fijamos con atención, vemos que la cola de esos dos seres se encuentra entrelazada al tallo de la flor, y hay otro detalle muy destacable en la propia flor, en su zona central, justo antes de llegar a la zona en la que comienzan a estar representados sus pétalos, hay un motivo ornamental que se asemeja muchísimo a la figura de un pez, símbolo que necesariamente también debe ser interpretado. La primera idea con la que intuitivamente asociamos la figura de un pez es el agua, quienes tallaron esa flor quisieron dejar el mensaje del agua plasmado en su obra, lo cual supondría que se trata de una flor acuática, una flor que crece en el agua. Esa fue la pista que seguí para tratar de esclarecer el significado final de esa flor, y si todo lo demás tenía su explicación miles de años atrás, lo más probable es que de nuevo en esta ocasión en esa época de la antigüedad encontráramos la respuesta a qué podía significar la flor mencionada. Fijándonos con mayor atención en los pétalos de la flor, se aprecia que tienen forma alargada, la flor que buscamos tiene que ser una flor acuática y tener pétalos alargados. Esta pista fue la que seguí unida a la anterior, y esta vez la respuesta la encontré en la representación que los egipcios daban a la flor de loto:
Su silueta es prácticamente idéntica a la de la flor que aparece sobre la puerta de los Reyes. Una vez identificada la misma, bastaría con indagar en la historia de la flor de loto, para ver si todo pudiera estar relacionado. Un relato de la mitología griega nos habla de los habitantes de una isla de África del Norte los cuales se alimentaban exclusivamente de plantas y flores de loto, pero estas flores producían un efecto secundario, provocaban que toda persona que las comiera olvidara su pasado, ya que esta variedad de flor produce amnesia si se ingiere. En la Odisea de Homero, relato en el que se narran estos hechos, tres hombres llegan a esa isla con el propósito de investigar, pero al consumir flores de loto como el resto de habitantes de la isla, olvidan que deben volver al barco, y entonces Ulises acude a la isla y consigue rescatarlos. La flor de loto significaría la posibilidad de borrar el pasado, volver a nacer y comenzar todo de nuevo. Por lo tanto, la representación que aparece en lo alto de la puesta de los Reyes encerraría el siguiente mensaje: los dos seres humanoides que aparecen en ella se encuentran a un nivel superior tanto de los propios reyes como de la propia iglesia, y esos seres, al tener entre su cola la flor de loto, tendrían las capacidades que se le atribuyen a esa flor, e indicarían que nuestro pasado ha sido olvidado, y todo comenzó de nuevo, partiendo de cero, sin recordar en ningún momento lo que fuimos. Las tres representaciones escultóricas a las que he hecho referencia (los unicornios, los serpopardos, y estos “dioses serpientes”) no pueden tratarse de una simple coincidencia, más aun cuando datan de épocas diferentes de construcción (los unicornios de la torre de la catedral fueron diseñados y colocados en la última rehabilitación de la misma) hace algo más de una década. Por ello estas representaciones han debido ser elegidas con algún propósito, y tras este análisis, la conclusión a la que llego en la puerta de los Reyes es clara, la misma es una representación del organigrama jerárquico de poder, en lo más alto se encuentran estas figuras con rasgos de reptil, las únicas que se encuentran por encima de los reyes y del Santísimo Sacramento, y cuyo paso bajo ellas está prohibido para el resto de los ciudadanos. Por último añado una imagen del extraterrestre que aparece en la película "Alien, el octavo pasajero", el parecido con los extraterrestres palentinos resulta más que asombroso:
Desde aquí queremos agradecer que haya acedido a que podamos compartir su artículo en este blog para asi poder dar mejor difusión a un nuevo misterio que se nos presenta en Castilla, y que nos hace ver que nuestra tierra aún guarda muchos lugares que conocer y que descubrir.
El artículo es el siguiente.
Todos conocemos el famoso astronauta de la catedral de Salamanca porque los salmantinos han sabido promocionar la cultura en su ciudad. Nosotros los palentinos poseemos riquezas culturales superiores a muchas provincias españolas, y que hasta ahora se han mantenido en el anonimato. Unámonos y promocionemos nuestra ciudad y nuestra riqueza cultural. Para lograr este fin, nosotros, "La otra Palencia", comenzamos a desvelar el primero de una serie de misterios que han permanecido ocultos, como es el que relatamos a continuación, el de LOS EXTRATERRESTRES PALENTINOS, de más de 500 años de antigüedad.
PEDIMOS LA COLABORACIÓN DE TODOS PARA PROMOCIONAR NUESTRA TIERRA TURÍSTICAMENTE.
Ahora sí, tras este breve comentario, desvelamos el primer misterio:
La puerta de los Reyes, o la puerta de San Juan, así es como se conoce la puerta de la catedral de Palencia que da acceso a la Plaza de Cervantes, siendo una de sus cuatro puertas principales. Sin embargo esta puerta es la única que se encuentra cerrada al público, su apertura se encuentra reservada exclusivamente a los reyes para que estos puedan acceder al interior de la catedral, o bien para dar paso procesional al santísimo sacramento. Posee un enrejado externo que ni siquiera permite a los visitantes colocarse bajo sus arquivoltas. De estilo plateresco, sus piedras se encuentran muy desgastadas, sobre todo en su parte inferior, donde apenas son reconocibles los detalles de su ornamentación original. Necesariamente debe haber algún motivo para que tan importante entrada al templo catedralicio se encuentre cerrada y no pueda ser atravesada por cualquier persona durante siglos, y protegido de esa manera mediante la reja externa. Ese motivo fue el que me llevó a investigar el secreto que esa puerta guardaba, y para ello comencé a fijarme en los propios motivos iconográficos grabados en las figuras de piedra que decoran sus arquivoltas, quizás allí se encontrara la explicación, y por fortuna , a diferencia de lo que ocurre en su parte inferior, el tiempo apenas ha conseguido desgastar los detalles de las representaciones que se encuentran en su parte superior, y allí fue justo donde encontré un relieve que llama la atención en cuanto se ve. Lo más sorprendente de todo es que se encuentra a la vista de cualquier persona, sin haber sido escondido ni mucho menos, tan sólo se encuentra lejano en la distancia, por lo que a simple vista, si no miramos con atención, lo más probable es que pase totalmente desapercibido. Está ubicado justo en lo más alto de la puerta de los Reyes, sirviendo de remate a su arquivolta superior, justo en su centro. Son dos figuras humanoides simétricas y contrapuestas, con cuerpo humano, pero cabeza y cola de serpiente, separadas entre sí por una flor, a la cual se encuentran entrelazadas por el extremo de su cola.
En un principio una persona que les contempla por primera vez, basándose en la representación tradicional que suele aparecer en este tipo de arquitectura, las podría relacionar directamente con una representación del diablo, lo cual en principio tendría sentido, pero que sin embargo queda descartado por completo si continuamos mirando los motivos que decoran esa entrada de la catedral, ya que justo más abajo, y a ambos lados de la puerta, ya sí que podemos reconocer claramente la representación del diablo en su forma tradicional. Descartada por lo tanto esta hipótesis, continué indagando para tratar de resolver esa misteriosa iconografía. Y en ese momento lo que tuve en cuenta es su ubicación, es la única representación que se encuentra en la parte central y en lo más alto, y bajo la cual únicamente está permitido que pasen los reyes, intuyéndose en ella una representación jerárquica de poder, entendiéndose que sobre los reyes e incluso sobre el Santísimo Sacramento, se encuentran estas figuras, y solamente ellos pueden pasar bajo ellas, privando al resto de ciudadanos de ese privilegio. Lo siguiente es analizar las figuras pormenorizadamente, su cuerpo es humano, pero su cabeza tiene forma de reptil, al igual que su cola, esto no hizo más que recordarme la famosa serie V de los años 80, en la que los invasores con forma de reptil venían a la tierra bajo falsa apariencia humana. En 1985 se estrenó la película “Zuma, el dios serpiente”, en la cual se relataba como al realizar unas excavaciones arqueológicas en una pirámide filipina, se despertaba a Zuma, caracterizado por ser medio hombre medio serpiente. La similitud de su aspecto en comparación con los grabados que aparecen en la catedral palentina es sorprendente.
Pero en ambos casos, esos relatos son ficción, y son 500 años posteriores a la época en la que se realizó la ornamentación de la puerta de los Reyes de la catedral palentina, por lo que esos motivos tenían que provenir de una historia muy anterior, y tener una base histórica muy contundente, al ser el único símbolo bajo el cual únicamente pueden estar ubicados los reyes, así que continué investigando, y esta vez, al igual que hice en los relatos referentes a los unicornios que se encuentran sobre la torre de la catedral y a los serpopardos de la puerta del Obispo, me fui directamente a buscar información miles de años atrás en el tiempo. Todo tendría lógica si esta vez también en esa época tan remota de nuestra historia se encontrara algo que aclarara el origen de las enigmáticas figuras que coronan la puerta de los Reyes. Y de nuevo nos tenemos que remontar a la zona de la antigua Mesopotamia, donde fueron encontradas una serie de estatuillas cerámicas de aspecto en principio sorprendente y muy similares a las representadas en la puerta de acceso de la Bella Desconocida. Su cabeza es alargada con evidentes rasgos de reptil, pero su cuerpo sin embargo es humano, incluso una de ellas mantiene un niño entre sus brazos mientras es amamantado, y cuya antigüedad es antiquísima, debemos retroceder 7.000 años atrás en el tiempo para ubicarnos en el momento en el que estas estatuillas fueron creadas. A continuación expongo imágenes de algunas de ellas, mencionando el lugar de su hallazgo y su datación: -Figura masculina encontrada al suroeste de la antigua ciudad de Ur (Iraq) y que se remonta al año 5.000 antes de Cristo. Se encuentra en el Museo de Bagdad:
- Figura de hombre lagarto encontrado en Al Ubaíd (Iraq). Ha sido datado en el periodo comprendido entre el 5900 y el 4000 antes de Cristo):
-Figura de mujer lagarto, encontrada de nuevo en la antigua ciudad de Ur, datada entre el 5000 y el 4000 antes de Cristo, que representa a una figura femenina amamantando a un niño:
-De nuevo figuras femenina con rasgos reptilianos, una de ellas amamantando a un bebé. Fue encontrada en la misma zona que las anteriores, su antigüedad está calculada entre el año 5500 antes de Cristo y 4000 antes de Cristo, y se encuentran en el Museo británico:
-Por último muestro otras dos estatuillas datadas entre el 5000 antes de Cristo y el 4000 antes de Cristo, y de la misma procedencia:
Resulta sorprendente la similitud de estas estatuillas con las que aparecen en la puerta de los Reyes, y de nuevo los motivos ornamentales de nuestra catedral coinciden con los que se representaban en una zona tan remota y distante en el tiempo de nuestra cultura. Ahora solo nos queda resolver el significado que tiene la flor que se encuentra entre esas dos figuras humanoides. Si nos fijamos con atención, vemos que la cola de esos dos seres se encuentra entrelazada al tallo de la flor, y hay otro detalle muy destacable en la propia flor, en su zona central, justo antes de llegar a la zona en la que comienzan a estar representados sus pétalos, hay un motivo ornamental que se asemeja muchísimo a la figura de un pez, símbolo que necesariamente también debe ser interpretado. La primera idea con la que intuitivamente asociamos la figura de un pez es el agua, quienes tallaron esa flor quisieron dejar el mensaje del agua plasmado en su obra, lo cual supondría que se trata de una flor acuática, una flor que crece en el agua. Esa fue la pista que seguí para tratar de esclarecer el significado final de esa flor, y si todo lo demás tenía su explicación miles de años atrás, lo más probable es que de nuevo en esta ocasión en esa época de la antigüedad encontráramos la respuesta a qué podía significar la flor mencionada. Fijándonos con mayor atención en los pétalos de la flor, se aprecia que tienen forma alargada, la flor que buscamos tiene que ser una flor acuática y tener pétalos alargados. Esta pista fue la que seguí unida a la anterior, y esta vez la respuesta la encontré en la representación que los egipcios daban a la flor de loto:
Su silueta es prácticamente idéntica a la de la flor que aparece sobre la puerta de los Reyes. Una vez identificada la misma, bastaría con indagar en la historia de la flor de loto, para ver si todo pudiera estar relacionado. Un relato de la mitología griega nos habla de los habitantes de una isla de África del Norte los cuales se alimentaban exclusivamente de plantas y flores de loto, pero estas flores producían un efecto secundario, provocaban que toda persona que las comiera olvidara su pasado, ya que esta variedad de flor produce amnesia si se ingiere. En la Odisea de Homero, relato en el que se narran estos hechos, tres hombres llegan a esa isla con el propósito de investigar, pero al consumir flores de loto como el resto de habitantes de la isla, olvidan que deben volver al barco, y entonces Ulises acude a la isla y consigue rescatarlos. La flor de loto significaría la posibilidad de borrar el pasado, volver a nacer y comenzar todo de nuevo. Por lo tanto, la representación que aparece en lo alto de la puesta de los Reyes encerraría el siguiente mensaje: los dos seres humanoides que aparecen en ella se encuentran a un nivel superior tanto de los propios reyes como de la propia iglesia, y esos seres, al tener entre su cola la flor de loto, tendrían las capacidades que se le atribuyen a esa flor, e indicarían que nuestro pasado ha sido olvidado, y todo comenzó de nuevo, partiendo de cero, sin recordar en ningún momento lo que fuimos. Las tres representaciones escultóricas a las que he hecho referencia (los unicornios, los serpopardos, y estos “dioses serpientes”) no pueden tratarse de una simple coincidencia, más aun cuando datan de épocas diferentes de construcción (los unicornios de la torre de la catedral fueron diseñados y colocados en la última rehabilitación de la misma) hace algo más de una década. Por ello estas representaciones han debido ser elegidas con algún propósito, y tras este análisis, la conclusión a la que llego en la puerta de los Reyes es clara, la misma es una representación del organigrama jerárquico de poder, en lo más alto se encuentran estas figuras con rasgos de reptil, las únicas que se encuentran por encima de los reyes y del Santísimo Sacramento, y cuyo paso bajo ellas está prohibido para el resto de los ciudadanos. Por último añado una imagen del extraterrestre que aparece en la película "Alien, el octavo pasajero", el parecido con los extraterrestres palentinos resulta más que asombroso:
La Anjana y el leñador. (Leyenda palentina).
Un leñador fue un día al monte a cortar leña; dio un hachazo en un árbol y el hacha se le cayó de la mano, le parecía haber oído que el árbol se quejaba. Creyendo que todo era una ilusión, volvió a darle otro hachazo y cuál no sería su sorpresa al oír que el árbol se quejaba de nuevo.
Entonces el leñador, sin haberse repuesto del susto todavía, oyó una voz muy suave que le dijo:
«Soy una doncella que estoy encantada dentro del árbol y que para desencantarme tienes que ir al remanso de un río cercano, bajo cuyas aguas tiene una anjana su morada, a quien llamarás
dando con un palo en el agua».
El buen hombre, movido por la compasión que le inspiró aquella doncella, y más bien por el amor de las riquezas que le había ofrecido si la desencantaba, se fue sin perder tiempo hacia el remanso y lo hizo todo como le indicó la joven. Llegó al remanso y después de llamar con el
palo en el agua, salió la anjana que le dijo estas palabras:
«En una cueva entrarás y anda que te andarás,
una flor roja encontrarás y así la desencantarás».
El mozo entró en una cueva que había próxima y andando por ella pasó el día y la noche y la flor no aparecía. Quiso salir de allí y no encontró la salida; recuerda entonces las riquezas ofrecidas por la doncella y el egoísmo y la ambición le animaban a seguir con afán andando por
la cueva en busca de la flor. Pasaron días y días y en las tinieblas perdió la noción del tiempo: no sentía ni sed ni hambre, tenía ya las ropas destrozadas y barbas largas. Por fin un día encontró la flor suspirada y, loco de alegría, salió de la cueva e inmediatamente marchó a su pueblo a ver a los suyos. Llegó a casa de sus padres, llamó a la puerta y salió a abrirle un hombre que le preguntó lo que quería. Extrañado por la pregunta, le dice que no gaste bromas, que aquella es la casa de
sus padres que había estado unos días fuera y que volvía ahora; pero el desconocido seguía sin conocerle, ni a sus padres ni a ninguna de las personas de que le hablaba. Desconcertado el hombre por este recibimiento, se fue a casa de la novia con quien iba a casarse antes de entrar en la cueva y por más que dijo quién era tampoco le conocían y ni él recordaba ninguna de cuantas personas veía.
Asustado el hombre de lo que le ocurría sin conocer a nadie y todo nuevo para él, volvió al día siguiente al remanso a decir a la anjana que ya había encontrado la flor roja que buscaba.
Salió la anjana y le dijo estas palabras:
«Bien lo penaste, bien lo penaste
por una doncella a quien olvidaste».
Habían pasado cien años
Explicación: este leñador iba a casarse con una chica rica pero, por esta, había dejado a otra porque era pobre y la anjana le castigó.
Fuente. Cuaderno de Jovita Coloma sobre el folclóre palentino y ha sido recogido por la revista de Folclóre Nº 389
Entonces el leñador, sin haberse repuesto del susto todavía, oyó una voz muy suave que le dijo:
«Soy una doncella que estoy encantada dentro del árbol y que para desencantarme tienes que ir al remanso de un río cercano, bajo cuyas aguas tiene una anjana su morada, a quien llamarás
dando con un palo en el agua».
El buen hombre, movido por la compasión que le inspiró aquella doncella, y más bien por el amor de las riquezas que le había ofrecido si la desencantaba, se fue sin perder tiempo hacia el remanso y lo hizo todo como le indicó la joven. Llegó al remanso y después de llamar con el
palo en el agua, salió la anjana que le dijo estas palabras:
«En una cueva entrarás y anda que te andarás,
una flor roja encontrarás y así la desencantarás».
El mozo entró en una cueva que había próxima y andando por ella pasó el día y la noche y la flor no aparecía. Quiso salir de allí y no encontró la salida; recuerda entonces las riquezas ofrecidas por la doncella y el egoísmo y la ambición le animaban a seguir con afán andando por
la cueva en busca de la flor. Pasaron días y días y en las tinieblas perdió la noción del tiempo: no sentía ni sed ni hambre, tenía ya las ropas destrozadas y barbas largas. Por fin un día encontró la flor suspirada y, loco de alegría, salió de la cueva e inmediatamente marchó a su pueblo a ver a los suyos. Llegó a casa de sus padres, llamó a la puerta y salió a abrirle un hombre que le preguntó lo que quería. Extrañado por la pregunta, le dice que no gaste bromas, que aquella es la casa de
sus padres que había estado unos días fuera y que volvía ahora; pero el desconocido seguía sin conocerle, ni a sus padres ni a ninguna de las personas de que le hablaba. Desconcertado el hombre por este recibimiento, se fue a casa de la novia con quien iba a casarse antes de entrar en la cueva y por más que dijo quién era tampoco le conocían y ni él recordaba ninguna de cuantas personas veía.
Asustado el hombre de lo que le ocurría sin conocer a nadie y todo nuevo para él, volvió al día siguiente al remanso a decir a la anjana que ya había encontrado la flor roja que buscaba.
Salió la anjana y le dijo estas palabras:
«Bien lo penaste, bien lo penaste
por una doncella a quien olvidaste».
Habían pasado cien años
Explicación: este leñador iba a casarse con una chica rica pero, por esta, había dejado a otra porque era pobre y la anjana le castigó.
Fuente. Cuaderno de Jovita Coloma sobre el folclóre palentino y ha sido recogido por la revista de Folclóre Nº 389
martes, 16 de septiembre de 2014
La Serpiente Marina del Pozo Curavacas II
Al llegar al Pozo ten mucho cuidado, te puede pasar como al carretero de Lláneves, al cual, hace muchos, muchos años, le sorprendió una gran nevada que casi sepultó la yunta , el cargamento y a su pequeño hijo que le acompañaba. Dejó estos y fue a buscar ayuda al pueblo vecino, la tormenta le extravió y después de mucho subir y caminar se encontró junto al Pozo, del cual salían bramidos cuyos rugidos se oían en Pineda, en Vidrieros, en Triollo, y hasta en La Lastra y Los Cardaños. Antes que pudiera escapar las aguas se revolvieron furiosas y en el centro se abrió un abismo del que salían las entrañas de alguien que se había desgraciado en pecado mortal.
De repente apareció la cabeza de una serpiente que silbando y dando coletazos se hundió cuando el carretero , medio muerto de miedo, se encomendó a San Lorenzo, al que prometió diez libras de cera si le libraba de aquel mal. Cuando, por fin, llegó a Cardaño, encontró a su hijo sano, al que San Lorenzo había llevado allí milagrosamente y que le dijo: “Di a los de Lláneves que, de ahora para siempre, han de dar a los de Cardaño diez libras de cera para que se libren de todos males que puedan causarles el alma en pena del Pozo Curavacas. Desde ahora para siempre”.
Dad más o menos crédito a esta leyenda, al fin no es una grave cuestión de fe, pero lo que es seguro es que la ofrenda se cumple anualmente.
Cardaño celebra la fiesta de San Lorenzo y vienen los enviados de Lláneves en ese día y ofrecen al Santo las diez libras de cera. Solo un año no hubo ofrenda, y todas las mozas padecieron bocio, y hubo peste mortífera en el ganado...
En el archivo vecinal se guarda muy cuidada la sentencia de un pleito sobre el caso, en la que San Lorenzo gana y los llanevenses pierden, por negarse a cumplir una promesa perpetua.
La Serpiente Marina del Pozo Curavacas 1º Parte
En las frías aguas del lago Curavacas existe segun diversas leyendas una serpiente marina que sale de las aguas durante los días de tormenta para llevarse victimas al fondo de las aguas.
La tradición popular ha recogido las dos siguientes tradiciones en la que se nos habla de dicho animal.
La leyenda palentina cuenta la historia de dos amantes que huyen. Un moro que, prófugo de las luchas de Reconquista, quiere volver a su tierra. Ella es una cristiana que le sigue ciegamente, ella ha renunciado a su casa y a su familia, y está dispuesta a renunciar también a su religión
Los dos amantes han emprendido un largo camino. Se dirigen hacia costa y deben atravesar las escarpadas cumbres del norte palentino pasar cerca del Curavacas ven el hermoso lago. La quietud de sus aguas y su transparencia cristalina les sorprenden. El azul del cielo y las cumbres cortadas del Curavacas se reflejan en la superficie. El paisaje es ensoñador y se detienen a descansar un instante.
La doncella no puede por menos que inclinarse sobre las aguas para contemplar su belleza, ve reflejado su rostro y el del musulmán que la sigue. Entonces, de repente, una nube blanca parece salir del centro del pozo y se coloca sobre la superficie. Las aguas empiezan a oscurecerse y agitarse, el lago parece rugir embravecido. Todo ha sido repente Paralizados por la sorpresa no son capaces de alejarse. Una colosal serpiente surge entonces de lo más profundo y amenaza con tragarlos; a la vez que un ruido como de oleaje de mar enfurecido rodea toda la escena,
EI agua empieza a crecer y los va rodeando. Parece formarse un barro cenagoso. La joven, inmóvil hasta entonces, resbala y las aguas la arrastran hacia dentro. De lo mas profundo aparece la monstruosa serpiente saltando con furia.
El ruido se hace ensordecedor a la vez que el moro intenta desesperadamente salvarla. En Vidrieros y en todo el valle de Pineda se oyen sus gritos. Pero sus esfuerzos son vanos. Las aguas engullen el cuerpo mientras la serpiente se sumerge en el abismo. Todo ha sucedido rápidamente. Pasado el episodio, lentamente cambia la escena y vuelve la quietud anterior.
El moro llora postrado a la orilla del lago y durante horas repasa su vida, El trágico suceso le hace comprender que todo ha sido un castigo a la fe de la doncella que estaba dispuesta a renunciar a sus creencias cristianas por seguirle, Inicia, entonces, un largo camino: el del arrepentimiento por sus pecados y el de la meditación interior sobre la fe cristiana que había empezado a conocer de boca de su amante.
Poco tiempo después es bautizado y decide dedicar el resto de su vida a la penitencia, por lo que se
Dicese que, desde entonces, en las más crudas noches de invierno se oye bramar al misterioso lago, a la vez que sus aguas se oscurecen, se agitan y el horrible abismo escupe las entrañas de los desgraciados allí ahogados. También se dice que está comunicado con el mar y que cuando hay allí tormenta, la horrible serpiente del fondo aparece nuevamente, como si desease capturar otra víctima y arrastrarla con ella a las profundidades marinas donde vive.
Ni en los Cardaños ni en Vidrieros hay nadie que desconozca esta leyenda. Porque todos saben del temible influjo del pozo Curavacas.
Laurenlino Ruesga Herreros : "Las Leyendas del lago Curavacas"
retira a una cueva para vivir como anacoreta. No mucho después, muere sin dejar de pensar en el trágico fin de su compañera que reposa en el fondo del pozo.
La tradición popular ha recogido las dos siguientes tradiciones en la que se nos habla de dicho animal.
La leyenda palentina cuenta la historia de dos amantes que huyen. Un moro que, prófugo de las luchas de Reconquista, quiere volver a su tierra. Ella es una cristiana que le sigue ciegamente, ella ha renunciado a su casa y a su familia, y está dispuesta a renunciar también a su religión
Los dos amantes han emprendido un largo camino. Se dirigen hacia costa y deben atravesar las escarpadas cumbres del norte palentino pasar cerca del Curavacas ven el hermoso lago. La quietud de sus aguas y su transparencia cristalina les sorprenden. El azul del cielo y las cumbres cortadas del Curavacas se reflejan en la superficie. El paisaje es ensoñador y se detienen a descansar un instante.
La doncella no puede por menos que inclinarse sobre las aguas para contemplar su belleza, ve reflejado su rostro y el del musulmán que la sigue. Entonces, de repente, una nube blanca parece salir del centro del pozo y se coloca sobre la superficie. Las aguas empiezan a oscurecerse y agitarse, el lago parece rugir embravecido. Todo ha sido repente Paralizados por la sorpresa no son capaces de alejarse. Una colosal serpiente surge entonces de lo más profundo y amenaza con tragarlos; a la vez que un ruido como de oleaje de mar enfurecido rodea toda la escena,
EI agua empieza a crecer y los va rodeando. Parece formarse un barro cenagoso. La joven, inmóvil hasta entonces, resbala y las aguas la arrastran hacia dentro. De lo mas profundo aparece la monstruosa serpiente saltando con furia.
El ruido se hace ensordecedor a la vez que el moro intenta desesperadamente salvarla. En Vidrieros y en todo el valle de Pineda se oyen sus gritos. Pero sus esfuerzos son vanos. Las aguas engullen el cuerpo mientras la serpiente se sumerge en el abismo. Todo ha sucedido rápidamente. Pasado el episodio, lentamente cambia la escena y vuelve la quietud anterior.
El moro llora postrado a la orilla del lago y durante horas repasa su vida, El trágico suceso le hace comprender que todo ha sido un castigo a la fe de la doncella que estaba dispuesta a renunciar a sus creencias cristianas por seguirle, Inicia, entonces, un largo camino: el del arrepentimiento por sus pecados y el de la meditación interior sobre la fe cristiana que había empezado a conocer de boca de su amante.
Poco tiempo después es bautizado y decide dedicar el resto de su vida a la penitencia, por lo que se
Dicese que, desde entonces, en las más crudas noches de invierno se oye bramar al misterioso lago, a la vez que sus aguas se oscurecen, se agitan y el horrible abismo escupe las entrañas de los desgraciados allí ahogados. También se dice que está comunicado con el mar y que cuando hay allí tormenta, la horrible serpiente del fondo aparece nuevamente, como si desease capturar otra víctima y arrastrarla con ella a las profundidades marinas donde vive.
Ni en los Cardaños ni en Vidrieros hay nadie que desconozca esta leyenda. Porque todos saben del temible influjo del pozo Curavacas.
Laurenlino Ruesga Herreros : "Las Leyendas del lago Curavacas"
retira a una cueva para vivir como anacoreta. No mucho después, muere sin dejar de pensar en el trágico fin de su compañera que reposa en el fondo del pozo.
El Gigante de Valle Estrecho
En Santibáñez de Resoba, en la Montaña Palentina, existe un recorrido de unos 4 km que nos adentra por el maravilloso parque natural de Fuentes Carrionas y Fuente Cobre, en el que podemos divisar la maravillosa silueta de un gigante que segun nos cuenta la siguiente leyenda vivía antaño por estas tierras
La leyenda del Gigante del Valle Estrecho
""Dice el cuento que hace ya ni se sabe, un gigante vivía muy cerca de San Martín de los Herreros. Y que con él vivía una hija que sentía en su interior la inmensa desdicha de que ningún joven del entorno se atreviera a ser su amigo por miedo, claro está, al genio (malo) que se le da por supuesto a todos los gigantes de cuento. El caso es que harta de esperar un novio que no llegaba por ninguna parte, decidió partir hacia las tierras llanas que se veían del otro lado de las montañas a probar, lejos de su padre, mejor suerte. En la treta utilizó un bebedizo hecho con hierbas de la zona que sumió en un profundo sueño a su padre, y huyó.
Cuando el gigante despertó del sueño y vio que su hija lo había abandonado montó Decidió abandonar su casa y subir hasta lo alto de Peña Redonda (1.996 m) para contemplar desde allí aquella inmensidad de Tierra de Campos hacia la que había huido su hija. Y allí estuvo durante días y noches enteras hasta que, por fin se quedo dormido, recostado sobre las rocas de lo más alto de la sierra.
primero en cólera y luego se puso a rebuscar de arriba abajo hasta que un caminante le informó de que su hija vivía ahora muy lejos, en compañía de un rico hacendado. Entonces, a la rabia siguió una profunda tristeza.
Fotos del Blog Montañas a Esgalla.
Después de varios días de nieblas y tormentas, cuando el sol volvió a salir, se descubrió que el gigante había crecido tanto que se había transformado en una “gigantesca” estatua de piedra recostada sobre el perfil de la sierra. La misma que ahora se ve al contemplar esa misma sierra desde los dos miradores que recorre el sendero, con la inconfundible silueta redonda y ancha de la Peña Redonda haciéndole de panza y la cabeza recostada, mirando al cielo, un poco más hacia la derecha -si bien es verdad que aún hoy todavía hay quien discute en qué parte de la sierra están los pies, la cabeza y la panza-.""
domingo, 14 de septiembre de 2014
La Anjana. la bruja o hada buena de Palencia
La Anjana.
Se conoce como Anjana, a la bruja o hada buena de Palencia. Viste capa blanca, trenzas rubias y sandalias de piel de comadreja. Según dicen, gasta báculo de oro con una estrella en la vuelta que alumbra de noche a los pastores y caminantes perdidos en la niebla. Dicen que vive en palacios
subterráneos donde tienen escondidos grandes tesoros... Remedia necesidades principalmente de la gente pobre.
Esta descripción, ha sido recogido del cuaderno de Jovita Coloma sobre el folclóre palentino, y se encuentra en la revista de Folclóre Nº 389
Esta es la descripción que hizo sobre la Anjana en Palencia, pero no hay que olvidar que este personaje tambien es muy conocido en Cantabria con el mismo nombre y en el resto de Castilla recibe diferentes nombres, como podemos leer en la entrada de las moras, las hadas castellanas.
Se conoce como Anjana, a la bruja o hada buena de Palencia. Viste capa blanca, trenzas rubias y sandalias de piel de comadreja. Según dicen, gasta báculo de oro con una estrella en la vuelta que alumbra de noche a los pastores y caminantes perdidos en la niebla. Dicen que vive en palacios
subterráneos donde tienen escondidos grandes tesoros... Remedia necesidades principalmente de la gente pobre.
Esta descripción, ha sido recogido del cuaderno de Jovita Coloma sobre el folclóre palentino, y se encuentra en la revista de Folclóre Nº 389
Esta es la descripción que hizo sobre la Anjana en Palencia, pero no hay que olvidar que este personaje tambien es muy conocido en Cantabria con el mismo nombre y en el resto de Castilla recibe diferentes nombres, como podemos leer en la entrada de las moras, las hadas castellanas.
Leyenda de la Anjana y las Campanillas.
Una anjana (hada) se apareció un día a una huerfanita y la llevó consigo a su palacio. En un día de nieve, salieron ambas en dirección al alcor donde la anjana, en una cueva, tenía escondidos sus tesoros. Como la anjana era pequeña y por exceso de nieve, llegó un momento en que no podía andar; la chica, en vez de ayudarla marchó sola muy contenta porque tenía el proyecto de hurtarla el tesoro escondido. La pobre anjana no cesaba de llamarla lastimosamente para que la sacara de allí, pero inútilmente, la muchacha no hacía caso y marchaba cada vez más de prisa en busca del alcor. Por fin llegó y empezó a cavar para encontrar debajo de la nieve la boca de la cueva.
A fuerza de cavar sin encontrar nada, iba abriendo un hoyo profundo y desesperada sin hallar lo que buscaba cayó en él y allí quedó. Ella misma había abierto su tumba.
Dice la leyenda que en el mismo sitio donde quedó la anjana, nacieron unas flores que eran moradas; pero como nacieron precisamente sobre la nieve, se convirtieron en blancas. Esas flores según la leyenda castellana son las campanillas (de la región norte de Palencia).
Campanillas sobre la nieve. |
La siguiente leyenda, está recogida del cuaderno de Jovita Coloma sobre el folclóre palentino y ha sido recogido por la revista de Folclóre Nº 389
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jueves, 4 de septiembre de 2014
El Empecinado y los Comuneros.
Muestra de gran interes para la historia de Castilla y del castellanismo, fue el hecho de que el Empecinado mostrará un gran interes en recuperar la tradición comunera de las Guerras de las Comunidades y en celebrar el homenaje a los comuneros que cayeron en la batalla de Villalar. Aquí he recuperado un texto, que muestro a continuación, donde se nos explica mejor como fueron estos hechos.
"El Empecinado" militaba en una organización secreta llamada la Sociedad de los Caballeros Comuneros (o Hijos de Padilla).
Fundada en Madrid a principios de 1821, se trataba de una escisión del cada vez más moderado Gran Oriente masónico. Esta sociedad (perfectamente estudiada por Gil Novales y Marta Ruiz Jiménez) se hallaba próxima a la tendencia radical del liberalismo español. Su ritual de ingreso, sus juramentos y ritos, hacían de ella un movimiento similar al carbonarismo italiano. Entre sus militantes estaban masones y liberales como el mismísimo Rafael del Riego, Romero Alpuente, Flores Estrada o Torrijos. Como es evidente, la Sociedad de los Caballeros Comuneros (que se subdividía en células llamadas "torres) se inspiraba en la rebelión de las Comunidades contra Carlos V, tal y como expresaba su manifiesto fundacional:
"Bien sabido es que los héroes de Padilla, Bravo y Maldonado perdieron la vida porque tuviese libertad esta heroica nación"
[...]
"Llegó el tiempo de imitar su heroísmo y de vengarlos. Una multitud de hombres denodados y decididos a sostener la libertad de España haciendo ver que no hay más soberano que el pueblo, estamos alistados y ligados con juramentos para llevar a cabo tan sagrado objeto".
Y es que los comuneros de Castilla había sido idealizados por los liberales radicales como unos luchadores por la libertad. Así fueron representados en obras teatrales de corte romántico como La sombra de Padilla (pieza en un acto), Juan de Padilla o los comuneros (tragedia en cinco actos) y El sepulcro de Padilla, entre otras. Para la rama política del liberalismo exaltado, los comuneros habían sido unos atribulados e idealistas luchadores contra la tiranía, y debían ser un ejemplo a seguir por todos los antiabsolutistas. Tuvieron lugar varios homenajes a los caudillos comuneros: cabe destacar el Decreto (publicado el 20 de abril de 1822) que declaraba a Padilla, Bravo y Maldonado como Hijos Beneméritos de la Patria y ordenaba levantar un monumento para su recuerdo en Villalar; o la inscripción de sus nombres en las Cortes nacionales.
No era infrecuente, además, que los políticos citasen a los caudillos comuneros en sus intervenciones parlamentarias. Valgan como ejemplo las palabras del filántropo y diputado toresano Manuel Gómez Allende, a la hora de defender la permanencia (a efectos administrativos) de la provincia de Zamora:
"Nuestros representantes de 1820 ¿No asistieron a las célebres Cortes de Santiago, que dieron pábulo y fomento a las Comunidades de Castilla? ¿No fueron constantes y uniformes nuestros votos con los de los malhadados Padilla, Bravo y Maldonado, a pesar de que trasladadas las mismas Cortes a La Coruña, muchas ciudades y provincias se separaron de los votos y protestas que habían hecho antes? ¿Pues ahora como se nos trata tan mal? ¿Tampoco merecemos al presente Congreso? ¿Y en qué tiempo, señor, se trata de extinguir esta antiquísima provincia?."
Homenaje a los comuneros en Villalar. Los falsos restos de Padilla, Bravo y Maldonado.
Pero volvamos a fijar nuestra atención en las andanzas de "El Empecinado", militante de Los Caballeros Comuneros. Según Aviraneta, "su bautismo comunero le había traido la benevolencia de todos aquellos que le miraban como a guerrillero". En breve, Juan Martín formará parte de la Comisión de Policía de la Merindad de Comuneros de Zamora, órgano que se encargaba de examinar la conducta de todos los que querían ingresar en la sección zamorana de Los Caballeros Comuneros. Como eran muchos los que allí le admiraban, las solicitudes para ingresar en la organización secreta aumentaron vertiginosamente.
Y será "El Empecinado" quien lleve a cabo uno de los más importantes actos de la memoria histórica española: el primer homenaje a los comuneros de Castilla que tuvo lugar en Villalar. Los nombres de Padilla, Bravo y Maldonado deben su resurrección y el ser venerados como hoy lo son al entusiasmo de Juan Martín, ya que es él quien los convierte definitivamente en héroes nacionales, recupera sus presuntos restos y les da digna sepultura con solemnes actos cívicos y religiosos. La memoria de los vencidos en Villalar yacía sepultada bajo el peso de 300 años de olvido, pero "El Empecinado" se mostró decidido a recuperarla.
Juan Martín, en efecto, tomó la decisión de que la Sociedad de Los Caballeros Comuneros debía conmemorar el III Centenario de la batalla de Villalar, cuyo triste final fue la degollación de los caudillos castellanos. Sus correligionarios de Zamora acogió con júbilo la feliz idea y (tras comunicársela al resto de la sociedad secreta) delegaron su ejecución en "El Empecinado". Como bien señala Álvarez Junco, aquella iniciativa "conllevó la rehabilitación gloriosa de los derrotados trescientos años antes, con ceremonias y discursos pomposos a cargo de políticos metidos a historiadores". Desde la ciudad de Zamora, "El Empecinado" mandó a todas las ciudades castellanas una convocatoria de homenaje a los comuneros que no tiene desperdicio:
"Don Juan de Padilla, Don Francisco Maldonado y Juan Bravo, procuradores de Toledo, Salamanca y Segovia en las Cortes del Reino de 1520, hicieron vivas reclamaciones a la majestad del Rey D. Carlos V (I de España) por sostener los derechos del pueblo castellano. Desoídos, tomaron los pueblos la demanda, y se formó la liga conocida con el nombre de los Comuneros. Después de varios acontecimientos, siendo los dichos jefes del ejército de los amantes de la libertad, fueron derrotados en Villalar por el Rey en 23 de abril de 1521, y prisioneros los tres; en el mismo día se les intimó la sentencia de muerte, que fue ejecutada en la mencionada villa.
Su ilustre sombra, oscurecida por el despotismo de trescientos años, clamaba por que se recordase con gloria a todos los españoles. Para este objeto, el 24 del corriente Abril, día de su aniversario, se va a tributarles unas honras fúnebres y erigir un pequeño monumento provisional en su digna memoria. ¿Qué español no arderá en amor patriótico al ver las dignísimas cenizas de lo que, si vivieran, serían el más fuerte antemural de nuestro Santo Código? ¿Quién no se estremecería al contemplar la triste suerte de los que la merecían tan distinta? Corred, pues, ciudadanos, a llorar sobre su frío sepulcro, a derramar en él sufragios religiosos y lágrimas de ternura, y a jurar por sus sagrados manes o muerte o libertad.
Zamora, 3 de abril de 1821."
Y a sus propios convecinos les hizo ver (por medio de una orden fijada en todos los lugares públicos de Zamora) la necesidad de recuperar la memoria de quienes habrían sido antecesores directos del movimiento liberal:
" Zamoranos: la fama nunca muere, y la memoria de los héroes es un estímulo a los ciudadanos que desean conservar su libertad, don el mas estimable de la Naturaleza. Trescientos años se cumplen, el día 23 de este mes, que la nación española perdió la suya en los campos de Villalar, y en el 24 fueron víctimas del despotismo los valientes castellanos Padilla, Bravo y Maldonado, a cuya desgracia siguieron Pimentel y Acuña, dignísimo obispo de esta ciudad. Yaciendo las reliquias de los primeros en su provincia, sería un descuido delincuente no tributarles una viva ofrenda de nuestros sentimientos patrióticos.
Mi pensamiento lo he acordado con las autoridades locales, que han convenido con el mayor entusiasmo a mi intento, y ofrecido sus auxilios; para dar el primer paso a tan plausible empresa, contemplo necesaria la formación de un expediente militar, instructivo y fehaciente, por el que conste el sitio de la batalla, y en donde fueron enterrados los huesos de los beneméritos defensores de la Patria, con la expresión y distinción susceptibles; los que, con la autorización y publicidad competente, se exhumarán y depositarán en una urna provisional con tres llaves, que recogerán y retendrán, por ahora, los señores Comisionado, Alcalde constitucional y párroco de Villalar, y colocarán en su iglesia con la mayor decencia, hasta que se determine su fijación con el aparato de que son dignos; para lo cual doy la más amplia comisión al señor comandante de ingenieros de esta plaza, don Manuel de Tena, y a D. Máximo Renoso, teniente del regimiento de infantería de Vitoria, que haga las funciones de Secretario, confiando de la exactitud, instrucción y prendas recomendables de ambos, quienes anticipadamente tomarán todas las noticias convenientes de autores clásicos y documentos que se hallen archivados. Esta determinación serviará de cabeza de proceso, a la que se unirá el oficio del señor jefe político de esta provincia y el del señor vicario eclesiástico de esta diócesis para la legitimidad del acto, y no haya obstáculo en la práctica de diligencias, y original me lo entregarán para los efectos correspondientes.
Zamora, 4 de abril de 1821."
Así pues, la Comisión organizadora que presidían los señores Tena y Reinoso se puso manos a la obra. Ambos se trasladaron a Villalar (perteneciente en aquella época a la provincia de Zamora) para situar el lugar donde se desarrolló la batalla y fueron enterrados Padilla, Bravo y Maldonado. Cinco días más tarde, confeccionaron un informe que sometieron a la atención de "El Empecinado". Lo encabezaban así: "Expediente militar instructivo formado para la exhumación de los restos de los héroes castellanos Padilla, Bravo y Maldonado y copias de la orden, acta celebrada y decreto de aprobación. Aquellos trabajos de investigación fueron presididos por Tena y se desarrollaron en presencia de una amplia representación ciudadana: José Moya (alcalde de Villalar), Martín Rodríguez y Pedro Díez (regidores), Diego Antonio González (juez de primera instancia), Manuel Vaz y Damián Pérez (párrocos de las iglesias villalarenses de San Juan Bautista y Santa María, respectivamente) y otros muchos vecinos de la localidad y de zonas limítrofes.
En el informe que presentaron a su superior, Tena y Reinoso hacían constar que no habían encontrado texto alguno en que poder apoyar sus investigaciones, ya que el archivo de Villalar resultó incendiado en 1761. Tuvieron que valerse, pues, de distintas referencias históricas y otros testimonios que (por tradición) se conservan. Estas fuentes de información les sirvieron para señalar los límites del campo de batalla: por el Norte; el puente de Fierro y el arroyo de Marzales; por el Sur, Villalar; por el Este, las faldas del cerro Gualdrafa, y por el Oeste, el río Hornija.
Las ruinas de la casa que sirviera de capilla a los tres caballeros comuneros está en el lugar llamado La Placica, junto a la Cárcaba. En el Rollo se expusieron (clavadas en picas) las cabezas de Padilla, Bravo y Maldonado hasta que (algo después) el emperador Carlos I concedió un perdón general y ordenó enterrarlas junto con los cuerpos, como así se hizo. Suponían Tena y Reinoso, por tanto, que éstos habían de encontrarse en el espacio existente entre el Rollo y el atrio de la iglesia de San Juan. Ordenaron excavar en la parte de la superficie que tenía un aspecto más húmedo y, a mucha profundidad, hallaron tres calaveras y un montón de huesos. No dudaron (ni un momento) que este hallazgo es el esperado por ellos.
El día 13 de abril (en presencia de las autoridades y de no pocos curiosos) se realizó la exhumación. Los restos fueron luego depositados en una urna de madera fina, dispuesta al efecto, y en ceremoniosa procesión se les condujo al lugar llamado El Otero, por donde los caudillos comuneros entraron presos en la localidad. Allí han levantado un soberbio catafalco, en el cual se coloca la urna. Ante él y en presencia de una considerable multitud (presidido por "El Empecinado") se celebraron solemnes honras fúnebres. La urna fue llevada en procesión y depositada en la iglesia de San Juan Bautista. Allí permaneció hasta que (el 5 de noviembre de 1822) el jefe político de Zamora y la Diputación provincial acordaron trasladarla a la capilla de San Pablo de la catedral zamorana.
Lo curioso y sorprendente de esta historia es que aquellos restos humanos no pertenecían, ni mucho menos, a los malogrados Padilla, Bravo y Maldonado. Pese a la buena fe de Juan Martín y de los que secundaron su iniciativa, hemos de decir que fueron engañados con una farsa malévola. Y como es necesaria una explicación, vamos a darla diciendo lo que ellos nunca pudieron saber. Los restos de Padilla, Bravo y Maldonado no podían estar cerca del Rollo que les sirviera de picota porque su provisional sepultura la tuvieron en la iglesia de Villalar, y sólo por breves días, ya que, al otorgar el emperador el perdón general, fueron trasladados. El cuerpo de Juan Bravo viajó a Segovia, donde recibió cristiana sepultura en la iglesia de Santa Cruz, convertida después en hospicio; el de Juan de Padilla (reclamado por su esposa María Pacheco) fue conducido, primeramente, al monasterio de la Mejorada, cerca de Olmedo, para después ser sepultado en Toledo; y el de Francisco Maldonado fue llevado a Salamanca a instancias de su suegro, y recibió sepultura en la capilla que éste poseía en el convento de San Agustín, ya desaparecido. Así queda probado por diversas Reales Cédulas que se conservan en el Archivo de Simancas.
Conocido esto, es obligado preguntarse: ¿de quiénes eran, pues, los cuerpos que Tena y Reinoso desenterraron? Nunca lo sabremos. Pertenecían a unos muertos anónimos que (por azar) recibieron una gloria como la que nunca llegaron a soñar en vida. Y aquí surge otra pregunta que también precisa contestación: ¿quién los colocó allí? Según parece, cuando los vecinos de Villalar (casi todos partidarios del absolutismo) se enteraron de la inminente llegada de los comisionados de "El Empecinado" y la misión que traían, no supieron qué pretextos buscar cuando fuesen preguntados, ya que nadie sabía donde pudieran estar los restos de los líderes comuneros, de cuyas gestas poco o nada sabían. Y en esta ignorancia, temerosos de que los liberales les acusaran de querer ocultarles aquello, dispusieron llevar a cabo un engaño. Con todo sigilo, unos pocos vecinos (asesorados por el cura) entraron en el camposanto, cogieron del osario tres calaveras y algunos huesos y, tras humedecerlos, decidieron soterrarlos en el lugar donde posteriormente serían encontrados.
Es así como, días después de aquello, se descubrió la falsa sepultura de los comunerços que todos los liberales dieron por auténtica. La verdad de estos hechos no llegaría a conocerse hasta 1870, cuando el historiador toledano Antonio Martín Gamero estudió el expediente mandado redactar por órdenes de "El Empecinado" y comenzó una serie de investigaciones que hicieron salir a la luz la verdadera historia.
Fuente extraida de foroscastilla
http://foroscastilla.org/foros/index.php?topic=16197.0
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