Fue el propio Javier Peña el que se vio sorprendido en el transcurso de
su investigación sobre el mito de la Reconquista, tema escogido por el
historiador para su ingreso en la Academia Fernán González. «Para
desconcierto mío, y supongo que para muchos de los lectores, es que este
mito, al contrario que otros de los que he estudiado, que tienen su
origen y su momento de mayor brillo en la Edad Media, no surgió
entonces. Ni tan siquiera en la Edad Moderna. Jamás se habló entonces de
Reconquista. La palabra ni se conocía. Se utilizó por primera vez en
los cronistas españoles en torno al año 1800».
El catedrático de Historia Medieval de la Universidad de Burgos y uno
de los más prestigiosos del ámbito académico español no desmitifica nada
en su trabajo de ingreso en la Academia, titulado Castilla Medieval.
Perfiles míticos. «Distingo entre mito y realidad histórica»,
puntualiza. En el acto, que se celebrará a finales de este mes de
noviembre, Peña leerá un discurso resumido de ese estudio, mucho más
amplio, que se publicará en forma de libro y que constará de doscientas
páginas. Una obra que recoge el compendio exhaustivo de todos sus
trabajos sobre los mitos relacionados con Castilla en la Edad Media pero
que tiene en el de la Reconquista su punta de lanza, por cuanto es el
más novedoso y el que arroja una nueva revelación científica.
«Esa palabra alcanza con los románticos y los liberales unos contenidos
que se van identificando poco a poco con la noción de
Reconquista=Recuperación de una unidad nacional, la idea de nación, la
idea de patria, que es el nervio del nuevo modelo de Estado que se está
creando en el siglo XIX», explica Peña. Como entonces el de nación es un
concepto con poco recorrido, «se le hace empezar en la Edad Media. Y
así, la palabra Reconquista recoge todo el bagaje que no tenía en la
Edad Media, se le proyecta hacia atrás y se la considera vigente desde
entonces, utilizándose desde entonces para argumentar la idea de nación y
de Estado Español. El propio Sánchez Albornoz, que fue un destacado
medievalista, asegura que don Pelayo no empezó a luchar en Covadonga
para restaurar el reino de los Godos, sino que empezó a fundar la nación
española. Decir este es una barbaridad. No sé cómo pudo decir tal
cosa.No existía entonces la noción de España como unidad política, y
menos como noción de patria», subraya el historiador burgalés.
La Reconquista, apunta Peña, es un concepto nacionalista. Lo utilizó,
por ejemplo, Franco para hablar de la España una, católica y todo lo
demás. «Franco utilizó símbolos medievales para darse consistencia
histórica. Se identificó con Fernán González, con el Cid, por
supuesto... Y después utilizó la palabra Cruzada, junto con todos los
obispos de España, para dar lustre espiritual a la Guerra Civil, que
nada tenía que ver con una Cruzada y que los Papas además no
reconocieron. Incluso en algún discurso que dio en Burgos habló de su
Cruzada y de su Reconquista, haciendo creer que ésta no acabó con los
Reyes Católicos, sino que fue él quien la completó». Explica el
catedrático que la utilización del término Reconquista se tuvo que
asumir en la universidad en los años 60, siendo adoptado «como un
fenómeno normal».
Apostilla Peña que no es que no hubiera recuperación de territorios en
la Edad Media. «Lo que no hubo fue idea de nación. Y esa idea es
inseparable de la palabra Reconquista, porque nació con esa idea. Por
eso propongo desistir de utilizar un vocablo que no tiene nada que ver
con la realidad histórica presuntamente afectada por él. Los cronistas
medievales hablan de conquistas, no reconquistas.
Mito de la nación española
El capítulo que Peña dedica a estas revelaciones, titulado La
Reconquista: el mito de la nación española, no tiene desperdicio.
Asegura Peña que es un trabajo que le ha dejado «exhausto». En su sesudo
y contrastado análisis, concluye haciendo un llamamiento a abjurar el
término Reconquista: «Si en la Edad Media nadie pensó en la Reconquista,
y el término nació con unos contenidos totalmente ajenos a la
medievalidad peninsular, tal vez convendría -por encima de las siempre
loables revisiones críticas sobre su significado-, eliminarle
definitivamente de nuestro léxico más técnico, manteniéndolo, en
cualquier caso, como lo que siempre ha sido: un mito utilizado para
explicar los diferentes presentes contemporáneos, sin utilidad alguna
para analizar el pasado medieval. Es hora de que le confinemos al lugar
que le corresponde: al rincón de los fósiles culturales, donde duermen
los mitos gastados el sueño de sus mejores -o más inquietantes-
recuerdos».
" Extraido del Diario de Burgos.
http://www.diariodeburgos.es/noticia/ZD86B418D-DD64-5400-8FBA1220E9A23524/20131102/reconquista/es/mito
R. Pérez Barredo / Burgos - sábado, 02 de noviembre de 2013".
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