martes, 9 de abril de 2013

Moriscos contra la orden de expulsión en el Campo de Calatrava.

9 de Abril de 1609, es otra fecha que debemos recordar debido a la intolerancia que se sufrió y se vivió en nuestra tierra, ya que en este día se dictó la expulsión de los "moriscos" de la Península Ibérica por orden de Felipe III, expulsando así a las  personas que eran los últimos herederos espirituales de lo que fue el legado de la civilización hispánica del Al-Andalus.

La expulsión de los moriscos tardó en llegar a  Castilla, a diferencia de otros lugares como Valencia, Aragón o Cataluña y  se ejecutó entre 1611-1614.

Los moriscos castellanos o mudejares no se diferenciaban apenas de los católicos viejos: no hablaban árabe, buena parte de ellos eran realmente católicos y los que no lo eran, solían tener un conocimiento muy básico del islam, que practicaban de forma extremadamente discreta. No desempeñaban profesiones específicas ni vivían separados de los católicos viejos, salvo en los enclaves puramente moriscos, de modo que nada en su aspecto exterior les diferenciaba de aquellos.

Arte Mudéjar en la provincia de Valladolid.
La llegada de los moriscos granadinos desterrados de la Rebelión de las Alpujaras, supuso una revolución en Castilla, ya que al conservar los mudejares intacto, todo aquello que les podía identificar como moros (idioma, vestido, ceremonias, costumbres...), provocaron que la hasta entonces discreta presencia morisca se hiciera muy visible, lo cual tuvo consecuencias para los mudejares, a pesar de los varios intentos que hicieron por distanciarse ostensiblemente de los granadinos. Así, por ejemplo, los matrimonios entre moriscos castellanos y cristianos viejos eran más frecuentes que entre aquellos y los moriscos granadinos, aunque ambos grupos sufrieron el destierro final que les expulsaría para siempre de la Península.

 Las causas de este terrible drama humano, y que para muchos es considerado como uno de los primeros genocidios modernos, siguen sin estar claros. Hay muchos factores de todo tipo que influyeron para tomar una decisión así y que se podrían englobar entre lo religioso, lo político y lo económico.

Lo que es obvio, es que tanto la cultura andalusí, como sus protagonistas: los mudéjares, moriscos, mozárabes, etc. influyeron notablemente durante siglos en gran parte de nuestra cultura, lengua, tradiciones e historia y es algo que sigue siendo palpable a día de hoy en Castilla. Por ello, tal vez se merezca una futura entrada con más información, pero hoy en conmemoración de aquellos que fueron expulsados de nuestra tierra, quería relatar el curioso caso que se dio en un un pueblo sureño tras la expulsión de los moriscos.

http://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/0/0a/Castillo_de_Coca.jpg
Castillo de Coca. Estilo Gótico-Mudéjar.
Se estima que los moriscos llegarían a ser en Castilla en torno a unas 45.000 personas junto a los moriscos de la actual Extremadura. Lugares como Árevalo, Pastrana, La Mancha y Sierra de Alcaraz eran donde se concentraban la mayoría de dichas poblaciones.

Aunque aquí tenemos un mapa aproximado de como sería el reparto de los moriscos en los diferentes reinos hispánicos.


Villarubia de los Ojos; pueblo del Campo de Calatrava, era uno de estos pueblos donde su población era morisca y estaba integrada en la sociedad castellana, asimilándose hasta tal punto, que cuando fueron obligados a convertirse a la fe católica en 1502 (la llamada conversión forzosa), lo hicieron sin grandes problemas, y alegaron más tarde que "todos los vecinos de esta villa que de moros nos tornamos cristianos sin falta alguna y con muy buena voluntad fuimos a recibir el santo bautismo". Además, los dirigentes moriscos de las Cinco Villas del Campo de Calatrava (Almagro, Daimiel, Aldea del Rey, Bolaños y Villarrubia) se presentaron ante los Reyes Católicos en Talavera para pedir un privilegio real que les garantizara sus derechos y privilegios, es decir garantías de poder vivir a partir de aquel momento en paz y de ser tratados y considerados como los demás cristianos. Este privilegio real fue refrendado sucesivamente por la reina Juana I (1514), por Felipe II (1577) y por Felipe IV (1626)). Asimismo, tenían diferentes oficios como agricultores, artesanos, regidores, maestros, médicos, dentistas, soldados, escribanos y hasta presbíteros. Muchos enviaban a sus hijos a estudiar a Alcalá de Henares donde salieron entre veinte y treinta de licenciados.

Al mismo tiempo habían castellanizado sus nombres, según se comprueba al seguir sus árboles genealógicos, y así un tal Alí de Yébenes pasó a llamarse Alonso de Yébenes, un Mahomed Torredoro recibió el nuevo nombre de Juan Torredoro mientras que Alí de Mariota fue rebautizado como Pedro López de Mariota. 1*

Es decir, estos moriscos estaban muy bien integrados en la sociedad de Villarubia y no habia diferencias entre sus vecinos cristianos viejos.
Cuadro expulsión de los moriscos.

Pero en 1611, llegó la famosa orden de expulsion a Villarubia, y los moriscos junto a sus vecinos cristianos viejos se resistieron a acatar la orden y fueron expulsados por primera vez y llevados por la fueza a Burgos y Vitoria hasta llegar a la frontera con Francia, donde fueron deportados. Una vez en territorio francés, estos moriscos volvieron otra vez de vuelta a Villarubia sin pensárselo dos veces.

Pero esta aventura no acabaría aquí, y una segunda orden de expulsión fue dicatada hacia estos moriscos castellanos, que fueron llevados en barcos hasta el norte de África desde el Puerto de Cartagena. Una vez más los moriscos volvieron a escaparse: unos yendo de camino hacia el puerto y otros que, al llegar a tierra africana, volvieron una vez más por otras vías hasta Villarubia.

Pero en  1613 se produjo un tercer y último intento de expulsión, con idénticos resultados negativos, hasta que en 1614 el Rey y el duque de Lerma decidieron que ya estaba bien, y los dejaron en paz. Lo más curioso es que cada vez que regresaban a Villarrubia, eran recibidos, recogidos y ayudados por los demás vecinos, que a menudo los escondían en sus casas o en la sierra cercana, adonde les llevaban comida y ropa.

Mezquita Cristo de la Luz (Toledo).
Tras su vuelta definitiva a casa y una vez que quedo asegurada su estancia en el pueblo, los moriscos no se quedaron de brazos cruzados y gracias a sus conocimientos legales recurrieron a los tribunales para recuperar las casas, tierras y propiedades que les habían sido arrebatadas, cosa que finalmente consigueron.

El caso de los moriscos de Villarubia es un ejemplo más de lo curiosa que es nuestra historia y de la resistencia de unas personas que llevaban siglos en una tierra y que fueron obligados a marcharse en contra de su voluntad por las ideas fundamentalistas y de abuso de poder. Estos moriscos se sabe que fueron de los pocos que pudieron salvarse aunque hay muchos expertos que opinan que en zonas bajamente pobladas como Extremadura o La Mancha pudieron haber muchos más casos como los de Villarubia. 

La Corona de Aragón y especialmente Valencia quedaron muy afectados por la orden de expulsión debido al grosor de su población morisca y de los oficios que desempeñaban ya que muchas comarcas quedaron fuertemente despobladas a diferencia de Castilla, donde los moriscos eran una minoria.

Actualmente muchos descendientes de estos moriscos han seguido preservando su cultura y en algunos casos el idioma siguen añorando con volver a la tierra de sus ancestros como si pudieron hacer en Villarubia.

Adjunto un video de Youtube sobre los actuales descendientes de los moriscos hispánicos en Marruecos.





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Fuentes e información complementaria sobre los Moriscos de Villarubia.

1* http://www.webislam.com/articulos/32018-un_hispanista_ingles_afirma_que_la_expulsion_de_los_moriscos_de_espana_fracaso_p.html

2* http://foroabenhumeya.blogcindario.com/2007/11/00039-los-moriscos-de-villarrubia-de-los-ojos.html